Equilibrio asimétrico. Estructuras
El equilibrio es una de las más fuertes fuerzas de expresión, responsable de un considerable impacto visual. A menudo se confunde el concepto de equilibrio con el de armonía, dada su importancia en la imagen. El equilibrio puede estar o no presente en la formulación de contraste, pero es imprescindible en una propuesta de armonía, sin ser equivalente, ya que la armonía tiene una formulación compleja con muchas variables, de las que el equilibrio es solo una más.
En busca de ese reparto de pesos, de elementos en el encuadre, surgen varias propuestas de estructuras. Entre ellas está la de los puntos de interés, cuatro áreas donde se dice que es eficaz situar elementos en la imagen.
Sin embargo, en ningún tratado de los maestros de la pintura que haya leído aparece el esquema de los puntos de interés, tan popular entre los fotógrafos. Tras haber practicado este esquema lo deseché, no me servía en la estética de mis imágenes. Esta estructura deja mucho espacio hacia los márgenes de la imagen, con la consiguiente tendencia a permitir el reencuadre de la misma.
En mi opinión deposita una gran carga visual hacia el centro de la imagen, dejando los márgenes vacíos, no permitiendo un buen equilibrio asimétrico y acortando el posible diálogo visual entre sujeto y fondo.
Mi propuesta es utilizar otros esquemas, cuyas variantes y nombre hice en 2014 sobre la base de conocimientos más antiguos. Se trata de esquemas de diálogo en diagonal entre un punto del primer plano y un elemento en el fondo. Me resultan muy prácticas por la propia naturaleza del punto (cualquier figura de pequeño tamaño en el encuadre) pues no sólo abundan en el entorno, sino que son fácilmente transportables a un punto del encuadre.
Estos esquemas no tenían nombre hasta hace bien poco y sus variaciones tampoco existían previamente, fueron realizadas durante un curso en el centro de tecnologías avanzadas CTA de Zaragoza, durante un curso de composición de semana. La figura de origen, el Esquema diagonal punto-rectángulo, es el punto de partida, la única conocida previamente, mostrada en libros como la Sintaxis Visual, de Dondis, como ejemplo de equilibrio asimétrico, pero ya presente en algunos tratados anteriores.
Esquema diagonal Punto-rectágulo.
Estas estructuras de equilibrio asimétrico pueden ser utilizadas en cualquier orientación del encuadre según las preferencias del autor. En nuestra cultura occidental las más confortables de percibir son la 1 y la 3.
Esquema diagonal punto-círculo
Esquema diagonal punto-triángulo
Esquema diagonal punto-rectágulo
He utilizado mucho estos esquemas antes de conocer la estructura original, por lo que me quedé muy sorprendido al conocerla. En cuanto la vi, supe que muchas de mis fotos se adaptaban a ella. En mi opinión, estos esquemas tienen un elevado impacto visual debido a que:
-Estructuran la imagen de forma eficaz y simple.
-Prolongan la línea diagonal, respetando una distancia al margen.
-No crean fuertes puntos de salida de la imagen.
-Mantienen las proporciones espaciales.
-Crean un equilibrio entre elementos.
-Llenan el encuadre. No permiten el reencuadre.
Dado que no existen reglas en el arte, mi propuesta es conocer aquellas propuestas visuales, proporciones, estructuras, que puedan referenciar o justificar nuestra composición. Resulta mucho más fácil componer conociéndolas, siendo conscientes de la utilización de unas, otras o combinaciones de las mismas, de forma que podamos adaptarnos a las circunstancias y encontrar un orden satisfactorio a nuestros propósitos en el paisaje, por ejemplo, donde los elementos suelen confundirnos por haber una gran profusión de ellos. Muchas de estas estructuras nos inician en la ardua tarea de sintetizar, de saber decidir qué elementos deben entrar o no en nuestro encuadre.
Para el momento en que estas estructuras ya queden superadas, en busca de esa profusión que tanto nos suele costar ordenar, existen otras más avanzadas, aquellas que nos permitirán enfrentarnos al caos.