José B.
Ruiz

Reflexiones sobre composición: La Linea.

La línea se define como una sucesión de puntos muy próximos entre si, o bien como un punto en movimiento. Cuando los puntos están muy próximos entre sí y no pueden reconocerse de forma individual aumenta la sensación de direccionalidad y se crea un elemento diferenciado: la línea. La línea tiene una gran energía, ya que no es estática, el ojo puede recorrer su trazado.

Líneas de dimensión. Las líneas direccionan la atención hacia el fondo y además decrecen de tamaño, se estrechan, una perspectiva que aporta dimensión.

La línea es un elemento de gran simplicidad pero muy expresivo. Tiene una dirección, un recorrido, que eventualmente conecta con otras y determina planos pasivos, anclados al plano del encuadre. No sólo son marcadores bidimensionales, constituyen un registro del movimiento. Una simple línea es una representación abstracta, pero capaz en sí misma de representar emociones y sentimientos: furia, calma, miedo, gracilidad, excitación… según su tamaño, forma, posición, dirección y densidad.

La línea puede ser de aspecto muy variable, ancha o fina, burda o bien definida, inflexible y recta o dinámica y curva, etc, determinando formas vagas y aproximadas, o bien precisas y estrictas, definidas y técnicas, representando construcciones con una gran precisión métrica. Es también la base para dar forma a lo abstracto, para plasmar cualquier representación imaginaria. La frontera visual entre dos tonos también crea una línea. Las líneas horizontales y anchas son estáticas y estables, mientras que las verticales denotan potencial de acción.

Utilizando varias líneas podemos construir planos y volúmenes, con textura, tono y color. Se pueden crear ilusiones como la tridimensionalidad, mediante la perspectiva. Líneas de diferente grosor rellenando una forma pueden crear volúmenes y tonos de luz y sombra. Determinadas combinaciones de líneas producen mensajes con todos sus niveles de significado, sin necesidad de otros elementos.

En dibujo, las líneas permiten crear las primeras estructuras de un mensaje visual, un boceto o diseño. Su trazo, aunque permite identificar elementos del mundo real, suele ser muy abstracto, definiendo el perfil o el límite entre luces y sombras o entre un objeto y el fondo. Las líneas pueden tener otros usos, como dividir los espacios en una composición o como un complemento.

En la naturaleza no resulta fácil encontrar líneas y menos aún plasmarlas. Sin embargo, en las creaciones del ser humano se dan con mayor profusión, en edificios, cables, postes, carreteras, vallados…

Ritmo de líneas. Las líneas determinan un patrón con ritmo, particionando el enclave. Dos gruesas líneas de borde más difuso hacen un enmarcado vertical del encuadre, dirigiendo la atención hacia el centro.

El control del fotógrafo sobre el grosor y la calidad de la línea en sus fotografías es bastante precario; por lo general su labor se limita a identificarlas e incorporarlas a su encuadre. Sin embargo el uso de las focales adecuadas permite magnificarlas o empequeñecerlas. Técnicas como el flou las desdibujan y las hacen sinuosas, imprecisas, ya que permite un cierto manejo e interpretación de la misma, aunque más limitado que en pintura. En fotografía, las líneas permiten también añadir valores a una imagen y utilizarlas con diversos fines. En general debemos estar atentos siempre a su presencia y valorar su incorporación al encuadre con un determinado fin, que suele ser direccional o para crear dimensión.

Línea en S. Las líneas en forma de S recorren el encuadre de forma grácil y aportan dimensión al mismo. Podemos buscar esta forma tanto en ríos, como en la orilla del mar o en caminos y carreteras.

Línea en zig-zag. Imprecisa, pero dinámica al estar direccionada hacia el fondo, aporta mucho movimiento y dimensión. Recorre el encuadre direccionando hacia los valores tonales más oscuros del fondo, los orificios de las rocas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
La línea en fotografía cumple un papel fundamental para:

-Direccionar, conducir la vista por una exploración previsible de la imagen. Se posicionan las líneas con el fin de partir desde un punto y llegar a otro de mayor interés o por estar ambos relacionados por cualquier similitud. También permiten recorrer el encuadre dando sensación de completo, de un buen aprovechamiento del espacio y distribución de los elementos.

Perspectiva sinuosa. Las líneas curvas convergen en la distancia, creando movimiento y profundidad, pero direccionando de forma centrífuga, hacia afuera del encuadre.

Perspectiva lineal. En el mismo lugar encontramos una formulación similar pero con líneas rectas. El punto imaginario donde tienden a converger se denomina «punto de fuga». Allí podemos ubicar algún elemento, como un cambio tonal, una forma, etc.

-Representar orden espacial. Las líneas permiten crear divisiones, particiones del encuadre, que pueden transmitir orden y también sensación de profundidad, de planos que se alejan ficticiamente.

-Transmitir dimensión. Pueden utilizarse a modo de perspectiva lineal, transmitiendo sensación de espacio, de profundidad, de distancia.

-Estructurar la imagen. Se produce mediante la ubicación de los ejes. El eje vertical es prioritario en nuestra percepción. El elemento visualmente dominante en la vertical constituirá un eje y atraerá poderosamente la atención.

-Definir e identificar formas y contornos. Delimitan perfiles y crean estructuras en el espacio. Las líneas visuales, creadas por el recorrido del ojo, pueden simplificar el caos en una imagen y en el mundo real, imponiendo cierto orden. Mediante el proceso llamado “de inhibición lateral” el cerebro enfatiza los contornos de los objetos, minimizando las zonas de tono similar, aquellas de bajo contraste. De esta forma tendemos a identificar los contornos aunque no sean evidentes. Tres líneas, reales o de recorrido visual pueden conformar un triángulo, una punta de flecha que transmite una gran energía intrínseca.

Las líneas curvas están más basadas en formas orgánicas que los contornos geométricos. El arte Islámico, el Arabesco, el Art Nouveau se basan en raíces, motivos vegetales, serpientes… una apuesta por lo fractal en lugar de la formulación euclidiana de la geometría. Las líneas curvas que se extienden en forma de S generan expectación en el observador y permiten, sutil y progresivamente, que siga su perfil en un patrón de exploración en el que irá siguiendo el propósito del autor de la imagen, pasando por las figuras y tonos que forman la composición. Muy utilizadas en fotografía por su estética y dinamismo, las curvas crean un sutil recorrido visual si se posicionan adecuadamente en el encuadre. Muchas de las fotografías dinámicas que captan la atención, muestran orillas y riberas, con esa línea sinuosa y grácil de recorrido curvo que traza el límite entre suelo y agua.

Línea sinuosa. En el primer plano no había muchos elementos donde elegir, de forma que se elige la línea sinuosa de la orilla, que marca el límite entre lo estático y lo dinámico, entre texturas, colores y tonos.

Línea determinada por cambio tonal. La línea de humedad del oleaje determina una línea sinuosa por cambio de tono. En este caso la línea es el primer plano, el sujeto de la imagen.

Las líneas en zigzag tienen gran energía y crean ángulos, pueden resultar inquietantes, atormentadas, dinámicas aunque sin un sentido firme de dirección.

Las formas más irregulares, amorfas, como reminiscentes de criaturas unicelulares, se llaman biomórficas, y fueron muy utilizadas en las obras surrealistas de Miró, Tanguy y Dalí

Resulta interesante el estudio de autores como Mondrian o Doesburg del movimiento holandés De Stijl (el estilo), un movimiento artístico de finales del XIX que se expresa mediante la teosofía, con líneas horizontales y verticales. El Neoplasticismo es un manifiesto de 1920 de este estilo que influenció notablemente las corrientes Bauhaus y la corriente Estilo Internacional. En el subjetivismo de Klee “La forma como movimiento, como acción, es buena. La forma como descanso, como un final, es mala”. El Constructivismo fue un movimiento de vanguardia entre 1919 y 1934 que influenció el diseño gráfico del siglo 20. Uno de sus más conocidos exponentes fue Aleksandr Rodchenko, fotógrafo y diseñador gráfico precursor del Kinetic Art (Arte Cinético o del Movimiento), quien introdujo la línea diagonal en el flujo del diseño gráfico comercial.

La línea como concepto. La línea, un cambio tonal, un camino de luz dirige la atención hacia objetos destacados, de la misma forma que lo hace el fotógrafo cuando ilumina. En este caso se deja ver el trazo de luz que destacará al elemento que recibirá la luz.