José B.
Ruiz

Cementerio de Logroño

De camino para el curso de Arnedo comí en Logroño con el amigo Sergio González, seguidor de «Un año de fotografía» que se empeñó e invitarme y al que fue muy fácil de convencer para echar un vistazo al cementerio en busca de fotos de esculturas.

La tarde estaba lluviosa, pero nos respetó bastante para recorrer el cementerio en poco más de una hora y realizar un reportaje rápido. Gracias a que sigue siendo bueno el refrán de que cuatro ojos ven más que dos, encontramos diversos motivos y disfrutamos de un apacible paseo entre solemnes piedras de más de un siglo de edad.

Con este son ya cuatro cementerios «históricos» los que llevo visitados para el proyecto sobre la expresividad que suelen tener estas estatuas, que reflejan el dolor, el sufrimiento o la resignación. Además de las vistas de tipo retrato suelo buscar detalles, como manos, pies, motivos vegetales…

Desde la escuela de las Hurdes también he visitado algunos de la zona, como el de Maillo, pero son más modernos y con una limitada imaginería.

Por el momento sueño con visitar algún día unos pocos cementerios en el extranjero, ya sucederá cuando reciba una señal.